Aunque no todos tenemos los mismos valores o no les damos la misma importancia, podemos afirmar que los valores positivos nos benefician y mejoran nuestro entorno social, al promover un ambiente de trabajo eficaz y eficiente en un marco de respeto a los derechos humanos y a la legalidad. Los valores negativos o antivalores, en cambio, propician incertidumbre y malestar en los individuos y deterioran sus relaciones personales y laborales. El egocentrismo, la desconfianza y la deshonestidad son algunos valores negativos que pueden debilitar el potencial de una persona, lesionar su carrera, costarle una amistad o causar graves perjuicios en su vida. Con frecuencia los individuos no reconocen poseer valores negativos, pero sí los fomentan a través de acciones que los dañan a ellos y a otros, como mentir y participar en actos corruptos. Los valores no sólo afectan a la persona, sino también a aquellos con quienes se interactúa, como familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, jefes y autoridades, entre otros. Todos somos miembros de una sociedad, pero los valores individuales influyen en la forma en que funciona la comunidad. En cualquier actividad, los valores impactan en la productividad y las relaciones interpersonales.

Valores en la sociedad
Aun cuando el tema de los valores es considerado relativamente reciente en filosofía, los valores están presentes desde el inicio de la humanidad.
Para el ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través del tiempo.
El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de Ser falso; es más valioso trabajar que robar.

La crisis de valores que vivimos en la actualidad, se manifiesta en todos los aspectos de la vida humana: en el modo de hablar, de relacionarse, de vestirse, en la forma en que se quiere acumular todo, ya sean posesiones materiales, información o hasta gente, y también en el ambiente laboral. Sin embargo, el ser humano entre más tiene, más vacío se siente, ya que el consumismo exagerado lo aleja de los valores y principios morales que son la base de su existencia.
Cada vez es más notable la tendencia general de la sociedad hacia el consumismo, las personas valen de acuerdo con lo que tienen sin importar cómo lo hayan conseguido. Es muy claro que vivimos en una sociedad demasiado egoísta, que no se da cuenta o, más bien, no darse cuenta de la falta de solidaridad y de justicia social entre los seres humanos. Esto a la vez fomenta el individualismo, y el egoísmo, ya que cada persona se preocupa sólo por sí misma y por tener cada vez. Si ella está bien no le importa si los demás lo están o no.

Definición de términos
Antes de comenzar a profundizar en el tema que nos atañe, se quiere hacer una pequeña definición de los términos que más se emplearan durante el desarrollo del presente informe.
Los valores: son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.
Entre los valores más comunes se puede encontrar:

Importancia de los Valores
Entendemos los valores como los principios que rigen los comportamientos humanos, y dirigen las aspiraciones de los individuos, o incluso de sociedades, en pro de su perfeccionamiento o realización. Son las pautas que marcan los comportamientos humanos, y/o sociales, orientándolos hacia conductas que presumen la mejora en el desarrollo de la persona o de una colectividad.

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